- Calle Santander nº1 Bajo - Vigo
- +34 610 403 362
- De 10.00 - 20.00 Horas
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Dependiendo la ruta seleccionada y las fechas es importante hacer las reservas con antelación, la visita a las Islas Cíes se tiene que pedir un permiso, dado que tiene un aforo y al alcanzarlo no se puede acceder, las visitan se realizan todo el año.
🍽️ Camping Islas Cíes:
Este restaurante dispone de un comedor amplio, acristalado y terrazas con vistas al Lago de Cíes y a la playa de Rodas. Está abierto de 9:30 a las 24:00 horas y puedes escoger entre el menú del día, servicio a la carta o el autoservicio. Teléfono de contacto: 986 687 504 . También se pueden realizar reservas para grupos a través del correo [email protected]
🍽️ Restaurante Rodas:
El Restaurante Rodas está situado junto al muelle de atraque en una antigua fábrica de salazón. Tiene una amplia terraza cubierta con bonitas vistas al Lago de Cíes y a la playa de Rodas. Es un autoservicio que funciona en horario de 13:30 a 15:30, y su menú está adaptado a las familias con niños. Teléfono de contacto: 636 65 95 22
🍽️ Bar Serafín:
Por último, está el Bar Serafín, el más pequeño y auténtico de los tres. Está situado en el extremo contrario del muelle, tras pasar el camping. También tiene terraza con vistas, y acceso a la playa de Rodas a través de una plataforma de madera. Ofrece el servicio de comidas de 13:30 a 16 horas, y está especializado en raciones (bastante variedad de pescado), teléfono de contacto 679 349 065 .
🌊 La Playa de Rodas, la mejor del mundo
La playa de Rodas, según el rotativo británico The Guardian “la mejor playa del Mundo”, se ubica entre las islas de Monteagudo y la del Medio. Es la playa más grande de las Islas Cíes y tiene un marco incomparable: de frente está la Ría de Vigo y de espaldas, el Lago de Cíes. En esta Lagoa dos Nenos abundan todo tipo de crustáceos y peces, y está comunicada con el océano a través de los ojos del espigón; sufre además el efecto depurador de las mareas, que alcanzan los 4 m de desnivel entre pleamar y bajamar, y permite la renovación de las aguas interiores. En invierno, los temporales y las grandes mareas inundan el lago y la playa, y las islas quedan enlazadas únicamente por el puente escollera. La playa tiene forma de concha, es abierta y ventosa, las aguas son tranquilas y su arena es blanca y fina. La única vía de acceso es con embarcación particular -tiene zona de fondeo- o de una naviera.
🌊 Playa de Figueiras
Esta playa rectilínea, es abierta y ventosa, su arena blanca y fina, y sus aguas tranquilas facilitan el baño; además, se puede practicar el nudismo. Este arenal está ubicado en la Isla de Monte Agudo y tiene un tamaño de 350 metros de largo por 50 metros de ancho. Está aislada, con un entorno rústico.
🌊 Playa de San Martiño
Se ubica en la isla de San Martiño (o del Sur), la más abrupta de las tres. Esta isla tiene forma triangular y es más ancha que sus vecinas del Norte, de las que está separada por el canal Freu da Porta. Con forma aconchada, la playa es abierta y ventosa, sus aguas tranquilas y la arena de color blanco y grano fino. Es de titularidad privada, está aislada, dispone de un entorno virgen y se puede practicar el nudismo. Además, sólo se puede acceder en barco privado (posee zona de fondeo
🌊 Playa de Nosa Señora de Carracido
La playa de Nuestra Señora de Carracido o de Carracido se ubica en la Isla de O Faro y el arenal cuenta con un tamaño de 140 metros de longitud por 20 metros de ancho. Llegar a esta playa es muy sencillo, ya que el camino está señalizado desde el puerto donde atraca el barco hasta la llegada a la misma. Se encuentra a continuación de la plata de Bolos. Junto a esta playa pequeños veleros atracan para pasar el día en la isla.
Las Islas Cíes tienen muchos siglos de antigüedad. Han sido territorio de paso desde el Paleolítico y su presencia humana se data en torno al año 3500 a.C., si bien el primer asentamiento se fija en la Edad de Bronce (entre el 500 y el 100 a.C.) como confirman los que se han encontrado en As Hortas, un castro situado en la ladera del Monte Faro.
Por este archipiélago han pasado los romanos, que dejaron bastantes vestigios (orfebrería, ánforas, cerámica y diversos útiles), expuestos en el Museo Provincial de Pontevedra, así como escritos de Estrabón o Plinio. Rebautizadas como islas de los dioses, la leyenda sitúa aquí a Julio César en su persecución de los pueblos Herminiios, de Portugal, que tuvieron que navegar hasta Cíes en su huida de las tropas del Imperio. En el s. V fueron los suevos quienes las atacaron con dureza, pero de su crueldad no quedan huellas. Durante la Edad Media las Islas Cíes estuvieron habitadas por distintas comunidades religiosas. En el s. XI se asentaron los benedictinos, que las abandonaron para volver a finales del s. XIII. Y en el s. XIV los franciscanos. De esta ocupación quedan los conventos de San Estevo (en la Isla do Faro) y San Martiño; así como una fábrica de salazón, en cuyas ruinas está el restaurante. Estos monjes, que mantuvieron un régimen feudal con los isleños, estaban continuamente escapando de los ataques normandos a la Ría de Vigo. Los piratas tunecinos, turcos y -sobre todo- la armada inglesa comandada por Sir Francis Drake acabaron por expulsar a los habitantes, que comenzaron a abandonar el archipiélago a mediados del s. XVIII.
A principios del s. XIX comenzó la repoblación de las Islas Cíes, primero con una estrategia de fortificación (creación de un almacén de artillería, un cuartel de carabineros y una cárcel), y luego con la llegada de ganaderos y pescadores procedentes de la vecina comarca de O Morrazo; además, a mediados de siglo se construyó el faro en la Isla do Medio. Fue en los años 1960 cuando se despoblaron de forma definitiva. No obstante, una década más tarde comenzaron a ser utilizadas por jóvenes de la Ría de Vigo como lugar de descanso… y de libertad; buscaban sol, naturaleza y mar, pero ansiaban alejarse de la vigilancia social y familiar (eran tiempos de la acampada libre).
Recientemente, la masificación y la importante actividad industrial en la Ría de Vigo (o los emisarios submarinos evacuando aguas) derivaron en una rápida degradación medioambiental. Las Islas Cíes atestiguan el hundimiento de varios pesqueros, como el Ave do Mar (en 1956), el Marbel (1978) o el François Vieljeux, un año más tarde; y ya en este siglo se vieron afectadas por la marea negra que provocó por el petrolero Prestige, encallado frente a la Costa da Morte.
Para evitar en la medida de lo posible estas agresiones se han adoptado varias medidas de protección. Así, en 1980 las Islas Cíes fueron declaradas Parque Natural, en 1984 pasaron a ser propiedad de la Xunta de Galicia, en 1988 se demarcaron como ZEPA [Zona de Especial Protección para las Aves] y el 1 de julio de 2002 se integraron dentro el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Illas Atlánticas de Galicia. También se le añadieron otras figuras de protección, como Zona de Especial Protección de los Valores Naturales (en 2004) y Zona OSPAR (en 2008).
En la actualidad, y debido a las restricciones establecidas por el Parque Nacional, sólo están ocupadas por el camping, el restaurante y los servicios propios del Parque. Además, el acceso está restringido y únicamente pueden visitar Islas Cíes (en barco particular o de una naviera) un máximo de 2.200 pax/día.
En las Islas Cíes se han encontrado restos que corresponden al Paleolítico (bifaz y pico raspador para el marisqueo) y Neolítico (molinos de mano y pieza decorativa). En el castro de As Hortas -que pertenece a la Edad de Bronce- se distinguen cuatro viviendas de base cuadrangular, y en él se han encontrado ánforas, cerámica y orfebrería, que evidencian la posterior romanización. De la Edad Media son el eremitorio de la Illa de San Martiño y convento de Santo Estevo (en la Illa do Faro), actual sede del Centro de Interpretación, y donde se localizaron varias tumbas antropomorfas. Por último, los fondos de las Islas Cíes también esconden tesoros, como anclas de época prehistórica, galeones de la Edad Moderna, submarinos nazis de la II Guerra Mundial o barcos naufragados en las últimas décadas.
En cuanto a patrimonio arquitectónico se refiere, en las Islas Cíes encontramos las casas de los antiguos pobladores, restos de salazoneras e instalaciones que se realizaron para la fortificación de la costa. También tiene 4 faros que señalizan la entrada a la ría de Vigo: el Faro de Cíes (1852) y los faros do Peito, do Príncipe y dos Bicos, todos del s. XX. Además, el archipiélago cuenta con una capilla dedicada a la Virgen del Carmen (1963) y un pequeño altar, en la isla de San Martiño (1930).